jueves, marzo 13, 2008

MIRAR BIEN

Un día cualquiera “descubrimos" en nuestro vecindario una hermosa fachada que siempre estuvo en el mismo lugar. Nos cuesta comprender cómo no la advertimos antes y al mismo tiempo nos preocupa la posibilidad de que estemos padeciendo alguna enfermedad...

Salvo que realmente alguna dolencia nos esté privando del goce de la razón, por lo general este tipo de distracciones tiene otras causas.

La rutina, por ejemplo, puede convertirnos en autómatas incapaces de percibir nada a nuestro alrededor, salvo que sea algo traumático.

La falta de concentración es otro motivo, pues las imágenes no llegan a formarse totalmente en nuestros cerebros.

La ansiedad, esa especie de caballo desbocado que nos impele a correr sin necesidad, también actúa como inhibidor de nuestra percepción visual.

¿Cómo alcanzar o recuperar la capacidad de abarcar cabalmente la realidad con nuestros ojos? Mediante la práctica diaria de la observación;. en otras palabras, no conformarnos con sólo ver.

Acostumbrarnos a mirar. Darnos tiempo para que los ojos transmitan al cerebro las informaciones que luego se convertirán en conciencia de lo que hemos visto.

¿Es importante mirar en vez de sólo ver? Me atrevo a decir que puede significar, en algunos casos, la diferencia entre continuar vivos o morir abruptamente.

¿Les parece exagerada mi opinión? Quizás tengan razón, pero antes de convencerse de que no vale la pena llevarse de mis puntos de vista hagan una prueba; es fácil y está al alcance de todos los que pueden ver. Para saber de qué se trata no tienen más que hacer clic aquí.

Creo que luego de esa experiencia aceptarán que mirar bien es muy saludable...

Gacela

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