¿SOMOS CANGUROS?
Mirando los noticiosos vi azorada como la Sra. Presidenta daba a conocer muy orgullosa una noticia a la que calificó como Gran Salto. "Estamos dando un gran salto", dijo al anunciar el proyecto del tren bala Buenos Aires, Rosario, Córdoba. Ahora son dos los proyectos, pues se le ha sumado el del tramo Buenos Aires, Mar del Plata. Ya son dos grandes saltos. Y quizás demos muchos más...
¿Será porque la mayoría de los argentinos andamos a los saltos?
Siento vergüenza ajena ante estas medidas que no respetan las prioridades del pueblo. No pretendo que jamás se instalen los trenes bala en nuestra tierra, todo lo contrario, pero a su tiempo y luego de solucionados los acuciantes problemas de transporte que afectan a millones de habitantes del país.
Hablamos de trenes bala mientras una formación, ahora retirada de servicio luego de los escándalos por todos conocidos, proveniente del Norte del país tardó 48 horas en realizar su recorrido hasta Buenos Aires, sometiendo a sus pasajeros a verdaderos suplicios en medio del agobiante calor, sin agua fresca ni posibilidad de higienizarse adecuadamente.
Me pregunto: ¿por qué el dinero que se empleará en esos "grandes saltos" no lo utilizan para adquirir nuevas locomotoras y vagones para que nuestros hermanos viajen como personas dignas hacia y desde sus lugares de trabajo y no como ganado?
¿Cuántas rutas causan muertes por falta de mantenimiento? ¿No sería oportuno mejorar primero aquello que es utilizado a diario por todos antes que gastar tanta plata en algo que disfrutarán unos pocos?
¿Y el tema energético? ¿Ya olvidamos que estamos en crisis aunque desde el gobierno digan lo contrario? ¿Y si encaramos seriamente ese problema hasta superarlo en bien de todo el pueblo? Después podríamos aplaudir la construcción de dos, tres o veinte trenes bala, porque tendría lógica la idea, no así como está planteada hoy.
Como ciudadana observadora creo que si realmente no hay un cambio significativo de proyecto de país, el mandato de nuestra Presidenta será más de lo mismo, lo que de ninguna manera augura felicidad para el pueblo.
En veinticinco años de Democracia, cada gobierno que hubo demostró que lo único que les interesa es cuidar "su quintita" y acomodar a sus OBSECUENTES.
¿El pueblo? ¡Pertenece a otra Galaxia!
Soy una simple ciudadana común que ama profundamente al país y que a pesar de tantas hipocresías sueña con ver, en un tiempo no lejano, a esta ARGENTINA nuevamente de pie.
¡Dios nos ilumine!
Francisca Luján
¿Será porque la mayoría de los argentinos andamos a los saltos?
Siento vergüenza ajena ante estas medidas que no respetan las prioridades del pueblo. No pretendo que jamás se instalen los trenes bala en nuestra tierra, todo lo contrario, pero a su tiempo y luego de solucionados los acuciantes problemas de transporte que afectan a millones de habitantes del país.
Hablamos de trenes bala mientras una formación, ahora retirada de servicio luego de los escándalos por todos conocidos, proveniente del Norte del país tardó 48 horas en realizar su recorrido hasta Buenos Aires, sometiendo a sus pasajeros a verdaderos suplicios en medio del agobiante calor, sin agua fresca ni posibilidad de higienizarse adecuadamente.
Me pregunto: ¿por qué el dinero que se empleará en esos "grandes saltos" no lo utilizan para adquirir nuevas locomotoras y vagones para que nuestros hermanos viajen como personas dignas hacia y desde sus lugares de trabajo y no como ganado?
¿Cuántas rutas causan muertes por falta de mantenimiento? ¿No sería oportuno mejorar primero aquello que es utilizado a diario por todos antes que gastar tanta plata en algo que disfrutarán unos pocos?
¿Y el tema energético? ¿Ya olvidamos que estamos en crisis aunque desde el gobierno digan lo contrario? ¿Y si encaramos seriamente ese problema hasta superarlo en bien de todo el pueblo? Después podríamos aplaudir la construcción de dos, tres o veinte trenes bala, porque tendría lógica la idea, no así como está planteada hoy.
Como ciudadana observadora creo que si realmente no hay un cambio significativo de proyecto de país, el mandato de nuestra Presidenta será más de lo mismo, lo que de ninguna manera augura felicidad para el pueblo.
En veinticinco años de Democracia, cada gobierno que hubo demostró que lo único que les interesa es cuidar "su quintita" y acomodar a sus OBSECUENTES.
¿El pueblo? ¡Pertenece a otra Galaxia!
Soy una simple ciudadana común que ama profundamente al país y que a pesar de tantas hipocresías sueña con ver, en un tiempo no lejano, a esta ARGENTINA nuevamente de pie.
¡Dios nos ilumine!
Francisca Luján
Etiquetas: OPINIONES, REFLEXIONES