PRIMAVERA
Este sábado pensé que a sólo cinco días para la llegada de la primavera... la consigna debía ser: ¿Qué recuerdos les trae pensar que dentro de cinco días entraremos en la estación del amor...? ¿Cómo festejaban el día de la primavera?
Como era de esperarse... la consigna les encantó a todos y enseguida comenzaron a llegar las respuestas. A los quince minutos el télefono estaba ya en rojo y muchos se enojaban porque no podían comunicarse enseguida.
¿Quién no tiene recuerdos de algunos de los pic-nic en los cuales participó?
Y unos tras otros llegaban, cargados de emoción, los mensajes. Anécdotas vividas en diferentes lugares como Punta Lara, los bosques de Ezeiza, Palermo, Costanera, Parque Centenario, Barrancas de San Isidro, Paraná de las Palmas, Laguna del Monte, Campana, Tigre, Parque Pereyra Iraola, etcétera.
Personalmente conté que los chicos y chicas nos reuníamos en la Sociedad de Fomento del barrio y partíamos a Barrancas de San Isidro con algunas de las madres de las chicas de la barra. Salíamos con sana alegría a disfrutar un día a pleno sol. Las chicas nos encargábamos de llevar lo que almorzaríamos. Partíamos con bolsos repletos: la heladerita portátil, las raquetas, pelotas y algún juego de dama o lotería... y por supuesto no faltaba el Winco.
Salíamos temprano, pues queríamos ser los privilegiados en llegar para obtener el lugar más apropiado cerca de alguna parrilla y dónde pudiéramos colocar el Winco para disfrutar la música, por supuesto... esa era tarea de los chicos, quienes provistos de alargues se las ingeniaban para entablar amistad con el dueño del recreo y así nos daba permiso para usar la electricidad.
Una vez instalados en el lugar, las chicas colocábamos el mantel a cuadros, abríamos los paquetes de ricas facturas o pebetes de jamón y queso... y con el calentadorcito a kerosene empezabamos la ronda del mate... Algunos partían con sus bagajes de sueños a recorrer el lugar, otros se quedaban tomando sol, mientras giraba el simple con la voz de Leonardo Favio cantando “Fuíste mía un verano”. De pronto aparecía el más inquieto de la barra y nos cambiaba el simple de Favio por “Zapatos de Gamuza azul” en la voz de Elvis... ¡y todo el mundo a bailar el rock!
Hubo oyentes que dijeron tener preferencia por los bailes de la primavera y recordaron, por supuesto, el “Centro Lucense”, “Vélez Sarsfield”, “Comunicaciones”, “Pinar de Rocha”, “Bamboche”, “Zodíaco”, “Bomberitos”, “Deportivo Italiano”, etcétera.
¡Cuántos cálidos y sanos recuerdos!
Semana a semana me asombro más y más de cómo, a pesar de las situaciones difíciles del día a día, la gente está esperando que alguien bucee un poquito en los recuerdos... para sacar a flor de piel sentimientos que quizás añoran y no pueden compartir.
Te invito a cerrar los ojos y volar en el recuerdo de aquel pic-nic o baile primaveral que dejó una marca en tu corazón.
La brisa cálida de la primavera ya acaricia nuestros días. ¡Dios quiera que el Amor reverdezca y renueve el corazón de cada uno de nosotros...!
Francisca Luján
Como era de esperarse... la consigna les encantó a todos y enseguida comenzaron a llegar las respuestas. A los quince minutos el télefono estaba ya en rojo y muchos se enojaban porque no podían comunicarse enseguida.
¿Quién no tiene recuerdos de algunos de los pic-nic en los cuales participó?
Y unos tras otros llegaban, cargados de emoción, los mensajes. Anécdotas vividas en diferentes lugares como Punta Lara, los bosques de Ezeiza, Palermo, Costanera, Parque Centenario, Barrancas de San Isidro, Paraná de las Palmas, Laguna del Monte, Campana, Tigre, Parque Pereyra Iraola, etcétera.
Personalmente conté que los chicos y chicas nos reuníamos en la Sociedad de Fomento del barrio y partíamos a Barrancas de San Isidro con algunas de las madres de las chicas de la barra. Salíamos con sana alegría a disfrutar un día a pleno sol. Las chicas nos encargábamos de llevar lo que almorzaríamos. Partíamos con bolsos repletos: la heladerita portátil, las raquetas, pelotas y algún juego de dama o lotería... y por supuesto no faltaba el Winco.
Salíamos temprano, pues queríamos ser los privilegiados en llegar para obtener el lugar más apropiado cerca de alguna parrilla y dónde pudiéramos colocar el Winco para disfrutar la música, por supuesto... esa era tarea de los chicos, quienes provistos de alargues se las ingeniaban para entablar amistad con el dueño del recreo y así nos daba permiso para usar la electricidad.
Una vez instalados en el lugar, las chicas colocábamos el mantel a cuadros, abríamos los paquetes de ricas facturas o pebetes de jamón y queso... y con el calentadorcito a kerosene empezabamos la ronda del mate... Algunos partían con sus bagajes de sueños a recorrer el lugar, otros se quedaban tomando sol, mientras giraba el simple con la voz de Leonardo Favio cantando “Fuíste mía un verano”. De pronto aparecía el más inquieto de la barra y nos cambiaba el simple de Favio por “Zapatos de Gamuza azul” en la voz de Elvis... ¡y todo el mundo a bailar el rock!
Hubo oyentes que dijeron tener preferencia por los bailes de la primavera y recordaron, por supuesto, el “Centro Lucense”, “Vélez Sarsfield”, “Comunicaciones”, “Pinar de Rocha”, “Bamboche”, “Zodíaco”, “Bomberitos”, “Deportivo Italiano”, etcétera.
¡Cuántos cálidos y sanos recuerdos!
Semana a semana me asombro más y más de cómo, a pesar de las situaciones difíciles del día a día, la gente está esperando que alguien bucee un poquito en los recuerdos... para sacar a flor de piel sentimientos que quizás añoran y no pueden compartir.
Te invito a cerrar los ojos y volar en el recuerdo de aquel pic-nic o baile primaveral que dejó una marca en tu corazón.
La brisa cálida de la primavera ya acaricia nuestros días. ¡Dios quiera que el Amor reverdezca y renueve el corazón de cada uno de nosotros...!
Francisca Luján
Etiquetas: EMOCIONES, HISTORIAS REALES


