miércoles, junio 14, 2006

A TALES AMOS... TALES PERROS


Esta historia es como una lección de Sociología, Psicología y hasta Filosofía, sin olvidar la Medicina Veterinaria. En ella se ponen de manifiesto las destrezas y los hábitos del mejor amigo del hombre: el perro. Cómo serán de compañeros que hasta copian las costumbres más arraigadas de sus amos. Veamos…

Estaban un ingeniero, un contador, un químico, un experto en Informática y un empleado público alardeando sobre la inteligencia de sus perros.

El ingeniero llamó a su perro:
—Escalímetro, ¡haz tu rutina…!

Escalímetro trotó hasta un escritorio, agarró un papel y rápidamente dibujó un círculo, un cuadrado y un triángulo. Todos admitieron que esto era casi increíble.

Entonces, el contador dijo que su perro podía hacer algo mejor y lo llamó:
—Formulario, ¡haz tu rutina…!

Formulario fue hasta la cocina y volvió con una docena de galletas. Las dividió en 4 pilas iguales de 3 galletitas cada una. Todos admitieron que eso era genial.

Pero el químico dijo que su perro podía hacer algo aún mejor:
—Cuántico, ¡haz tu rutina…!

Cuántico se levantó, caminó hasta la nevera, tomó un litro de leche, agarró un vaso mediano y lo llenó completamente del líquido sin regar ni una gota. Todos aceptaron que esto era muy impresionante.

El experto en Informática sabía que podía ganarles a todos:
—Megabyte, ¡hazlo…!

Megabyte atravesó el cuarto, encendió la computadora, controló si tenia virus, mejoró el sistema operativo, mandó un e-mail e instaló un jueguito excelente.

Todos sabían que esto era muy difícil de superar, así que miraron al empleado público y le dijeron:
—Y su perro, ¿qué puede hacer?

El empleado público llamó a su perro y dijo:
—Sindicato, ¡haz tu rutina…!

Sindicato se paró de un salto, se comió las galletas, se tomó la leche, borró todos los archivos de la computadora, acosó sexualmente a los otros cuatro perros, después alegó que al hacer esto se había lastimado la espalda, interpuso una denuncia por condiciones insalubres de trabajo, reclamó mayores sueldos para los trabajadores… ¡y se fue a su casa con licencia de seis meses por enfermedad…!

¡Guauuuuu…!!!

Colaboración de Gustavo Martín Ardiles

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